El equipo de gobierno del PP de Villacarrillo asume que se trata de un documento demasiado estricto y con definiciones muy genéricas que harían que dejásemos de concebir nuestra feria como la hemos estado viviendo hasta ahora.
En las últimas semanas ha surgido entre los peñistas de nuestro municipio un miedo fundado en el texto de la nueva Ordenanza Reguladora de las Peñas de Fiestas. Su contenido, que amenazaba con sancionar a las peñas por realizar actividades cotidianas en feria nos ha revelado como jóvenes que somos y ha llevado quejas contra un documento que, para añadir más leña al fuego, tiene vicios legales e incluso constitucionales que supondrían su nulidad total.
Debido a estas presiones el equipo de gobierno del PP de Villacarrillo ha reconocido que se trata de un documento demasiado estricto y con definiciones y sanciones muy genéricas que harían que desapareciesen peñas y dejásemos de concebir nuestras ferias como las hemos estado viviendo hasta ahora.
En esta semana Ángel Castillo, concejal de festejos, accedió a tener conversaciones con las peñas para clarificar hasta qué punto se va a cumplir todo lo que dice la ordenanza, llegando a los siguientes acuerdos:
- Ámbito de aplicación: La ordenanza tiene aplicación sólo durante la época de feria. El resto del año se regirán por la Ordenanza reguladora de la Convivencia.
- Inscripción de las peñas: Se ha acordado en que no es necesario presentar una solicitud de autorización (que, por otra parte, tiene vicios legales e incluso constitucionales). Basta con presentar un documento en el Ayuntamiento que tenga los siguiente datos:
- Denominación de la peña.
- Situación.
- Número de integrantes de la peña, haciendo mención de cuántos son menores de edad.
- Interlocutor entre la peña y el Ayuntamiento (mal denominado “responsable” en la ordenanza).
- Se recomienda adjuntar una declaración jurada del dueño del local certificando que éste cumple con los requisitos mínimos de salubridad, habitabilidad y seguridad. Este documento evitaría los registros por parte de la policía y/o técnicos municipales.
- Comportamiento: Las peñas deben contemplar un comportamiento adecuado a las circunstancias en las que se encuentran, adecuando los niveles de ruido a los horarios en que se encuentren; así como el uso de equipos de sonido.
- Sanciones: Las sanciones recaerán sobre los responsables de los actos. En ningún caso el interlocutor (mal denominado “responsable” en la ordenanza) se hará responsable de nada.
Ángel Castillo, concejal de festejos, insistió en que se aplicará el sentido común en las actuaciones. Según él, las peñas que no hemos tenido problemas en las últimas ferias no tenemos nada que temer porque la policía sólo intervendrá en las peñas que molesten al vecindario y sancionarán únicamente cuando sea necesario.
A pesar de todo esto seguimos pensando que las palabras lo aguantan todo y que esta no es más que un parche a una normativa redactada de manera unilateral y que está mal planificada desde el primer momento. Esperamos que la confianza que los jóvenes estamos depositando en un equipo de gobierno que no ha querido hablar con nosotros hasta que nosotros hemos ido a buscarles no se vuelva en nuestra contra.
También queremos recordar desde aquí el compromiso del concejal a sentarse y modificar el documento en el mes de octubre o noviembre. Pero exigimos que ésta reunión NO sea tal y como la ha concedido Ángel estos días: en grupos pequeños, más fáciles de "controlar". Reivindicamos que sea una reunión con representación del Ayuntamiento, dos o tres miembros de cada una de las peñas del municipio y vecinos del pueblo. Esta es la única manera de redactar una ordenanza útil, correcta, completa y consensuada.
Disfrutemos de las fiestas de nuestra feria de una manera cívica, recordando que la libertad de las peñas siempre termina donde empiezan las libertades de los vecinos.
¡Felices fiestas!